VALIDACIÓN DE LA ADAPTACIÓN

Una vez ajustados los audífonos, es fundamental realizar una evaluación exhaustiva del rendimiento obtenido por el niño con su uso. Esta evaluación debe adaptarse a la edad del niño y considerar tanto su capacidad de colaboración como el tiempo que lleva utilizando los audífonos.

 

Para lograr una ganancia funcional óptima, es decir, una adecuada compensación de la pérdida auditiva y una mejor capacidad de discriminación del habla, existen diferentes metodologías que varían según la edad del niño. Para obtener datos cuantitativos y cualitativos, se emplearán distintas pruebas y técnicas. Entre ellas, se pueden mencionar medidas en oído real y pruebas de campo libre con y sin audífonos.

 

Sin embargo, más allá de las mediciones objetivas, el feedback recibido por parte de la familia, logopedas y educadores resulta esencial en el proceso de seguimiento. La comunicación regular con ellos y la utilización de cuestionarios permiten obtener información valiosa para realizar los reajustes necesarios en el uso de los audífonos.

 

La colaboración entre los profesionales de la salud auditiva, los padres o cuidadores del niño y los educadores crea un entorno en el que se puede mejorar continuamente la adaptación de los audífonos. Este enfoque holístico garantiza que el niño reciba el apoyo adecuado en su desarrollo auditivo y comunicativo a medida que crece y se enfrenta a diferentes situaciones en su entorno escolar y social.

 

Además, es importante recalcar que, con el paso del tiempo, la audiología infantil avanza, y se deben aprovechar las nuevas tecnologías y técnicas de evaluación para asegurar que los niños con pérdida auditiva tengan acceso a una atención de calidad y puedan desarrollar sus habilidades comunicativas al máximo potencial. La detección temprana y el seguimiento cercano son clave para garantizar que los audífonos se ajusten adecuadamente a las necesidades cambiantes del niño a lo largo de su desarrollo.